ESE ES JUAN “EL BAUTISTA”, QUE HA RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS
El Evangelio nos invita a observar una injusticia, cual es la muerte de Juan Bautista; y junto a eso, descubrir en la Palabra de Dios la necesidad de un testimonio claro y concreto de nuestra fe para llenar de esperanza el mundo que nos tocó vivir.
Los invito a centrar nuestra reflexión en el tetrarca Herodes personaje que para nosotros es un contra-testigo, pero que realmente, nos ayudará a destacar algunos aspectos importantes para nuestro testimonio de fe en medio del mundo. «Se enteró el tetrarca Herodes de la fama de Jesús» (Mt 14,1). Esta afirmación marca claramente una actitud que aparenta ser correcta, pero, que es poco sincera. Es esta una realidad que hoy podemos encontrar en muchas personas y, quizás también en nosotros. Mucha gente ha oído hablar de Jesús, pero, ¿quién es Él realmente?, ¿qué implicación personal nos une a Él?
Primero, es necesario dar una respuesta correcta; la que da el tetrarca Herodes no pasa más allá de ser una vaga información: «Ese es Juan el Bautista; él ha resucitado de entre los muertos» (Mt 14,2).
Ciertamente que echamos de menos la afirmación de Pedro ante la pregunta de Jesús: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Simón Pedro le respondió: ‘Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo’» (Mt 16,15-16).
Esta afirmación no deja lugar para el miedo o la indiferencia, sino que más bien, abre la puerta a un testimonio fundamentado en el Evangelio de la esperanza.
Así lo definía San Juan Pablo II en su Exhortación apostólica La Iglesia en Europa: «Con toda la Iglesia, invito a mis hermanos y hermanas en la fe a abrirse constante y confiadamente a Cristo y a dejarse renovar por Él, anunciando con el vigor de la paz y el amor a todas las personas de buena voluntad que, quién encuentra al Señor conoce la Verdad, descubre la Vida y reconoce el Camino que conduce a ella».
Que, la Santísima Virgen María, la Madre de la esperanza, nos lleve sin demora al encuentro de su amado hijo y nos ayude a descubrir realmente a Jesús para dar un buen testimonio de Él a nuestros hermanos. AMEN..
Que, la Santísima Virgen María, la Madre de la esperanza, nos lleve sin demora al encuentro de su amado hijo y nos ayude a descubrir realmente a Jesús para dar un buen testimonio de Él a nuestros hermanos. AMEN..
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Comentó: Rafel Guidotti I. Madrugadores Talcahuano.-
